Por Alejandro D. Guimaraens
Comentario:
Situado al final de la fantástica playa de A Langosteira, en la localidad marinera de Finisterre, se encuentra el Restaurante Tira do Cordel, sin duda uno de los sitios donde sirven los mejores pescados y mariscos de toda la Costa da Morte. En este local se dan cita un paisaje maravilloso, un producto de primera calidad y una cocina sencilla, en la que se limitan únicamente a tratar con mimo esa inmejorable materia prima procedente del mar, y a prepararla simplemente a la brasa.
El restaurante está ubicado a pie de playa, en una antigua fábrica de salazón, posteriormente reformada y reconstruida con piedra y madera, respetando la estructura original. Hace unos años han inaugurado un nuevo comedor, adosado a la casona principal, con un estilo y un aspecto interior completamente distinto, lo que afea bastante la imagen exterior del conjunto de la edificación. En justicia, también hay que destacar que esta nueva zona, si bien estéticamente deja mucho que desear, cuenta con unos amplios ventanales situados justo encima de la playa, desde los que se puede contemplar unas impresionantes vistas al mar.
En el mes de septiembre, y para disfrutar de nuestro primer día de vacaciones, nos desplazamos hasta Finisterre con la idea de deleitarnos con una buena comida en Tira do Cordel. Y así fue. Llegamos al restaurante, nos sentamos y nos dejamos aconsejar por la camarera, que nos informó sobre varias ofertas de menús, con los que pudimos degustar una variedad más amplia de productos.
Para empezar tomamos navajas y zamburiñas. Las navajas estaban exquisitas, eran de un buen tamaño y estaban preparadas a la plancha, dándole ese color tostadito que las hace tan apetecibles. Las zamburiñas estaban preparadas al horno, muy ricas, simplemente con aceite y cebolla muy picada.
A continuación nos sirvieron unas almejas a la marinera en su punto, espectaculares. Era una ración abundante, con un salsa espesita que se dejaba coger con la concha y que invitaba a mojar pan y a rechupetearse los dedos.
Como plato principal nos decantamos por la lubina, sin lugar a dudas la especialidad de la casa. Nos sugirieron que, debido al tamaño de los diferentes pescados que nos podían ofrecer, podían prepararnos una lubina y un sargo, ambos a la plancha, abiertos y sin espinas (lo cual es de agradecer, pues así se facilita la tarea, y uno sólo tiene que preocuparse de darle al diente), rociados con un mejunje elaborado con aceite, vinagre, sal y perejil, y acompañados por unas patatas hervidas (nunca cocidas).
La lubina estaba sublime, para llorar, con esa carne blanca y suave que produce esa sensación tan agradable cuando se tiene en la boca que uno se resiste a tragarla. Y el sargo estaba delicioso, con ese sabor espléndido, fuerte y tan marino, producido por la dieta tan exquisita que realiza, ya que es un pez que se alimenta a base de moluscos y crustáceos, percebes incluidos, por lo que se le conoce como “el gourmet del mar”.
Como no podía ser de otra forma, el menú lo acompañamos por un vino del Ribeiro “Selección Costeira”, que combinó perfectamente con las viandas elegidas. Por supuesto cualquier Albariño también le hubiese ido de perlas. Y es que hay mucho y bueno donde elegir, porque cuentan con una amplia bodega, formada principalmente por vinos blancos gallegos, aunque no falta una correcta selección de otras denominaciones de origen, mayormente vinos tintos de la Rioja.
De postre nos decantamos por una correcta tarta de manzana y un arroz con leche comparable a los muchos que he tomado últimamente, es decir, ni fu ni fa. Como broche final, tomamos café de pota acompañado de unos chupitos de aguardiente de hierbas.
Sugerencias:
Mariscos (almejas, navajas, zamburiñas, centollas, camarones, lubrigantes y percebes).
Pescados a la plancha, principalmente la lubina, la especialidad y santo y seña de la casa. También destacan el sargo, el pargo y el besugo.
Instalaciones:
Barra (simplemente para tomar un vino mientras se espera el turno para sentarse en la mesa).
Tres comedores interiores en la zona antigua.
Comedor acristalado en la zona nueva.
Ficha:
Restaurante Tira do Cordel
Playa de San Roque – 15550 Finisterre (La Coruña)
Teléfono: 981 740 697 / 647 846 789
Forma de pago: admiten tarjetas de crédito y débito
Página web: www.tiradocordel.com
Horarios:
Cierra domingos por la noche y lunes todo el día, excepto en la temporada de verano.
Precios:
Elegimos el denominado “menú del peregrino”, que consistía en todo lo descrito anteriormente, con un precio por persona de 30,00 euros, bodega aparte; por lo que, sumados los 12,00 euros que costaba la botella de “Selección Costeira”, pagamos 72,00 euros.
Además de todo lo que se ofrece en la carta, se pueden elegir diferentes menús:
MENÚ DO CAMIÑO: 25 € · Navajas a la plancha . Almejas a la marinera · Pescado a la brasa · Café, pan y postre |
MENÚ TIRA DO CORDEL: 33 € · Navajas a la plancha . Almejas a la marinera · Lubina a la brasa · Café, pan y postre |
MENÚ DEGUSTACIÓN: 48 € · Percebes · Navajas a la plancha . Almejas a la marinera · Lubina a la brasa · Carne de ternera a la plancha · Café, pan y postre |
Curiosidades y recomendaciones:
Es muy recomendable aprovechar el día y llegar con tiempo a la playa de A Langosteira, para así dar un paseo y disfrutar de un baño antes de comer.
Después del festín gastronómico es indispensable repetir baño y paseo, añadiendo una buena siesta tumbado sobre la arena blanca y fina de la playa (el precio, tanto del baño y del paseo como de la siesta, va incluido en la factura).
Para finalizar la jornada, es obligatorio acercarse hasta el faro al caer la tarde para contemplar la puesta de sol, un espectáculo único. La fantasía popular dice que, si el día está claro y despejado, se puede llegar a ver Nueva York… supongo que también ayudará la cantidad de vino y de chupitos que se hayan ingerido durante la comida.
El resultado de todo esto, es una excursión inigualable, tanto desde el punto de vista gastronómico como del lúdico y paisajístico.