Por Pablo García-Ramos
Por más que uno recorra Galicia no es fácil concebir un municipio que se llame A Mezquita, más aún en tiempos de revueltas islamitas. Pero si además para llegar te pierdes en la ruta –mi gran sentido de la desorientación desafía cualquier GPS de última generación-, terminas en una aldea llamada Chaguazoso y cuando te bajas del coche para preguntar si vas por el camino correcto, los lugareños te responden en portugués; definitivamente tienes un problema. Luego aprendes que en esa aldea tiene su “dacha” Mario Conde y que a pocos kilómetros mantiene una morada la familia Martin Shen –si, esa saga de actores son originarios de la zona-, pues te quedas más aliviado. En fin, que el lugar del que hablamos está situado en el rincón más suroriental de la provincia de Ourense, en el punto de intersección entre Galicia, Castilla León y Portugal.
Allí se encuentra el hotel & spa Vilavella, un desafiante alojamiento cuyo diseño combina tradición y vanguardia en idénticas proporciones. El edificio original aprovecha una antigua casa con muros de piedra cuyo interior ha sido acondicionado para recibir a sus huéspedes ofreciendo todas las comodidades. Allí se encuentran las estancias comunes (recepción, hall, restaurante, cafetería). Detrás de esta construcción y comunicada con la principal, encontramos el nuevo pabellón donde el cristal, el hormigón y el cinz en la cubierta rompen con el estilo rústico del entorno estableciendo un curioso diálogo entre modernidad y tradición. Esta parte alberga el spa y algunas habitaciones dúplex.
En esta tierra que en tiempos fue de los condes de Monterrei y de los Pimentel de Benavente, gustan de la comida copiosa y disponen de buena despensa. Además de la cabaña bovina autóctona representada por la raza frieiresa, en sierras cercanas pacen la caldelá y cachena, dos especies muy codiciadas en cocina por sus sabrosas y asilvestradas carnes. De sus bosques brotan las mejores setas de Galicia y sus soutos forman una de las más grandes reservas de castaños de Europa.
En fin, al turrón que es Navidad. Cenamos en un agradable comedor interior donde dimos cuenta de una simpática entrada, una copa de Capuccino de castañas que refleja toda naturaleza del fruto servido con nata. Continuamos con un ravioli de vieira, una preparación original que presentan en la propia concha del molusco. Quizás se pueda exigir más naturalidad en el plato y escapar de artificios que esconden el producto. La proximidad con “a raia” portuguesa hizo que me decidiera a pedir como plato principal un bacalao dulce acompañado de una finísima cama de verduras. Soberbio. Unas filloas con chocolate pusieron colofón a la cena.
Nos acompaño durante la cena un mencía y un godello de la bodega Alma que embotella bajo la DO Monterrei –gran descubrimiento de una denominación con poca producción, deliciosos vinos y que vive a la sombra de otras zonas gallegas más populares en la mesa-. Antes de levantarnos hubo que hacer los honores con un copita de licor café.
Pistas:
Tras la comida, un breve paseo por los castiñeiros que tiene la finca. Vale la pena disfrutar de una relajada sesión en el moderno spa del hotel.
Curiosidades:
Vilavella está ubicado en la confluencia de Tres antiguos Reinos, Galicia, Castilla y Portugal.
Mejorar:
Imperdonable que en una tierra de manantiales donde se embotellan las aguas de Cabreiroá, Sousas o Fontenova, sirvan en la mesa una botella de la insubstancial Acquabona.
Ficha:
RESTAURANTE VILAVELLA HOTEL & SPA
Dirección: Lugar de Vilavella, s/n. A Vilavella. 32549. A Mezquita. Ourense
Corre electrónico: [email protected]
Teléfono / Fax: . (+34) 988 59 42 42 | F. (+34) 988 42 56 74
Web: http://www.hotelspavilavella.es/index.php
Como llegar: http://bit.ly/tnpjTk. GPS: N 42.03828ª W 7.01659
Forma de pago: admiten tarjetas de crédito y débito.
Aparcamiento: Dispone de aparcamiento, si bien no hay problemas para estacionar el coche.
Capacidad: Dispone de un comedor privado y de otro más amplio.
Precios: El menú descrito cuesta 28 euros.
