Por Calin Fernández Barallobre

Aprovechando el verano coruñés, visité con asiduidad el certamen de casas regionales, situado con viene siendo habitual, en los jardines de Méndez Núñez. Entre las muchas variedades gastronómicas de las diferentes casas regionales, Asturias, Cantabria, Castilla-León, Aragón, Andalucía y Castilla- La Mancha, una me llama poderosamente la atención y que pruebo todos los años, en la casa de Castilla-La Mancha, que son los “Duelos y Quebrantos”, el plato que Don Alonso Quijano, Don Quijote, por pluma del eximio Miguel de Cervantes, comía todos los sábados. “Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más de las noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda”, no refería Cervantes a cerca de los alimentos que el bueno de Don Quijote se llevaba a la boca.
Su receta y preparación es sencilla. En toda casa de cristiano viejo, como apunta Covarrubias, debía haber provisión de huevos y tocino. Por eso el revuelto o especie de tortilla que son los Duelos y Quebrantos ha de llevar dos huevos por persona, tocino, sesos y riñones de cordero, todo muy picado acompañado de cebolla El plato debe servirse caliente, en olla de barro y acompañado de un buen vino tinto de las tierras de la Mancha. Nada se sabe a cerca del origen de este plato y porque se llama Duelos y Quebrantos. Unos apuntan que el quebranto hace alusión al ayuno impuesto sobre las carnes de cerdo tanto en las religiones judía como islámica. Don Quijote deja sentado que su dieta era completamente cristiana al comer en sábado productos del cerdo. El plato de duelos y quebrantos al llevar huevo y asaduras, no rompía ni “quebrantaba” el precepto eclesiástico que desde la victoria en la batalla de Las Navas de Tolosa prohibía comer carne los sábados y guardar abstinencia. Al ser un plato hecho de despojos a este pobre manjar se le aplicó el nombre de “penas y miserias” de cual derivarían “los duelos y Quebrantos”. El duelo y el quebranto de la persona por comer tocino en sábado ya que los huevos son un plato de duelo judío que se quebranta en Castilla con el acompañamiento del tocino .Es decir en la culpa se llevaba un poco la penitencia y servía para darse marchamo de cristiano viejo. Por eso otros autores hablan de que con este plato se podía descubrir a judíos o falsos conversos. En la actualidad es un plato muy popular en los restaurantes de Castilla-La Mancha, enriquecido ahora con jamón y chorizo. Ya dice el proverbio: “Yantar aquí es un encanto, si tomas Duelos y Quebrantos”. Hasta el domingo 22 de agosto y a muy buen precio se pueden degustar en la Casa de Castilla- La Mancha en el certamen de casas regionales. ¡Que les aproveche!.