Un personaje enormemente popular y querido de aquella Coruña pretérita fue sin género de dudas el alcalde Manuel María Puga y Parga, “Picadillo”. Su excelente humor lo vertía igual en los artículos y numerosos libros que escribió como en su vida diaria. Hombre de grandiosa humanidad-llegó a pesar 275 kilos- era un defensor a ultranza de la buena gastronomía sobre todo de las laconadas, sardinas, caldeiradas y bacalao, es suma la cocina de puchero frente a las finezas de la “cuisine” francesa. En el teatro Rosalía de Castro tenía como asiento dos butacas a las que se les retiraba el reposa brazos intermedio para que cupiese tan oronda figura. Cuentan que un día llegó un circo a La Coruña que en sus carteles anunciaba al hombre más gordo del mundo. Los vecinos que asistieron a la función salieron profundamente desencantados y defraudados en sus comentarios: “Es más gordo Manolo Puga y para verlo no hacer falta pagar entrada, que se le ve por la calle y gratis”. Manolo Puga, amigo de personajes de la farándula era un gran comedor. Apasionado del chocolate. El alcalde Puga y Parga no tuvo tiempo de conocer y degustar Chocolate Express pues falleció doce años antes de que Camilo Blanco fundase la marca coruñesa de chocolate. Sin embargo en su libro “La Cocina práctica” dejó escrita esta receta de Bizcochos con chocolate:
“En una chocolatera se colocan cuatro onzas de muy buen chocolate (por supuesto EXPRESS), agitándolo sobre el fuego hasta fundirlo. Aparte en un trozo de mantequilla fresca derretida, (Picadillo utilizaba manteca), echas ¡oh lector! dos yemas de huevo y en cuanto se hallan incorporado las mezclas con el chocolate ya frío, formando una amalgama. Divide en rebanadas el bizcocho y ve alternando capas de crema de chocolate con bizcochos, bañando con la misma crema de chocolate toda la superficie en cuanto hayas terminado. Adórnalo a tu libre saber y entender, sírvelo y cómetelo.
“Si eres listo con sólo una dentada
Comes un trozo y no te pasa nada;
Sólo los que son zotes
Al comerlo se ensucian los bigotes”.
Magnífico escritor costumbrista. Sus artículos gastronómicos en El Orzán y El Noroeste, marcaron toda una época. Sus lectores, en su mayor parte femeninos, valoraban sobre todo su amenidad. Era capaz de convertir una serie de ingredientes en todo un plato narrado de forma muy especial. Simpático, bonachón, ocurrente. ¡Que grande en todos los sentidos! “Picadillo”. Fue alcalde de nuestra ciudad en dos ocasiones: del 13 de octubre al 31 de diciembre de 1915 y del 5 de julio al 27 de agosto de 1917, Tuvo que afrontar la terrible huelga del 17 y desde su puesto de alcalde, logró poner al servicio de los trabajadores más desfavorecidos por la protesta todo su saber y entender. En prueba de su elegante y solidaria postura, más de seiscientos trabajadores le tributaron un homenaje multitudinario Presidente de la Asociación de la prensa, y de la Cámara de la Propiedad,
Pese a su gran fortaleza física, el señor de Anzobre, como también se le conocía, falleció debido a una terrible epidemia de gripe que asoló e hizo verdaderos estragos en la Coruña en el años 1918.
Su entierro, en octubre de 1918, constituyó una sentida manifestación de duelo y pesar. Debido a la gordura del alcalde, la enorme caja mortuoria que contenía sus restos no cabía por las escaleras de domicilio y tuvieron que bajarla con poleas desde una ventana su casa de la calle de la Franja con la ayuda de numerosos y forzudos ciudadanos.
Calin Fernández Barallobre