Por Alejandro D. Guimaraens

Comentario:

Viajando camino de El Puerto de Santa María, por una de esas fantásticas casualidades que tiene la vida nos coincidió la hora de comer justo a la altura de Trujillo. Así es que nos desviamos de la Autovía de la Plata y nos dirigimos hacia dicha localidad cacereña con la intención de darle al diente.

Alejandro y Alejandro jr. en la Plaza Mayor de Trujillo
Alejandro y Alejandro jr. en la Plaza Mayor de Trujillo con el conquistador Pizarro al fondo de la imagen

Aparcamos el coche y fuimos callejeando hasta la Plaza Mayor, donde nos sentamos en la terraza de uno de los muchos restaurantes que la rodean,  bajo la atenta mirada del conquistador Pizarro. El elegido fue el Restaurante Pillete, en el que descubrimos un menú del día fantástico compuesto por platos de la cocina tradicional extremeña. De entrantes dimos cuenta de unas migas, muy bien presentadas en una pequeña sartén y con un huevo frito encima, con mucha yema, que al cortarlo impregnó las migas haciéndolas todavía más sustanciosas; y unos pimientos rellenos de carne (así ponía en la carta), pero con el grave defecto, cada vez más extendido, de gratinarlos con queso (sin previo aviso), con lo cual se pierde el sabor del pimiento y su relleno, aumentando innecesariamente el aporte de grasas, calorías y colesterol del plato.

Begoña y Alejandro estudian la carta del Restaurante El Pillete

Entre las muchas sugerencias que había en la carta, al final como platos principales pedimos secreto ibérico, chuletillas de cordero y carrilleras de cerdo ibérico. El secreto estaba muy sabroso, preparado simplemente a la plancha,  y con una guarnición de patatas fritas y pimientos asados. Mis compañeros de mesa tuvieron la gentileza de dejarme probar sus condumios, y así pude disfrutar de unas carrilleras exquisitas, muy gelatinosas, y de una chuletilla de cordero comida sin prisa y con las manos, que es como realmente se disfrutan y se aprecia todo su sabor.

Como es de suponer, a estas exquisiteces les iría de perlas una buena copa de vino tinto, pero nos abstuvimos de catarlo ya que continuábamos el viaje por carretera. Además, al ser un día caluroso no estuvieron nada mal las cervezas fresquitas con las que acompañamos la comida.

De postre, nada mejor que un buen paseo recorriendo toda la zona antigua de la “Muy Noble, muy Leal, Insigne y muy Heróica Ciudad.»

 

Sugerencias:

Siendo el lema de la localidad “Trujillo, corazón de Extremadura”, está claro que cualquier producto procedente del cerdo ibérico criado en las dehesas será un acierto seguro.

Ficha:

Restaurante Pillete

Plaza Mayor, 28 – 10200 Trujillo (Cáceres)

Teléfono: 927 321 492

Forma de pago: admiten tarjetas de crédito y débito

Instalaciones:

Barra

Comedor interior

Terraza

Precio:

Se acompaña la factura. En ella se puede comprobar que debe ser de los pocos sitios en los que no cobran nada en concepto de pan, cubierto u otras lindezas por el estilo.